miércoles, 16 de junio de 2010

Ricardo Ruiz.

Yo como pan.
Bueno, para empezar quiero ponerme en vuestro lugar. Realmente yo pensaría: “esta frase no tiene argumento”, “a este se le ha ido la pinza poniendo esta frase tan absurda”. Pues si, se me ha ido, pero todo esta controlado. A simple vista esto es una frase muy simple, con un sujeto, un verbo y un complemento directo: oración simple, enunciativa, afirmativa, predicativa, activa y personal.

Pero si nos metemos un poco más en la esencia de esta afirmación nos damos cuenta de que nos dice muchas mas cosas; entre estas cosas esta precisamente su negación, que es símbolo de hambre. ¿Nunca os habéis preguntado cuanta gente al día dice “Yo no como pan”? Pero en esta exposición pretendo romper con la tradición de frases celebres y filosóficas que tienden a ser habladas desde un punto de vista negativo, por lo tanto el tema del hambre no voy a tocarlo más.
Otra de las cosas que esta frase nos trasmite es cultura, que es definida como aquellos conocimientos, creencias, costumbres y herramientas propias de una época en un área determinada. Dentro de estos hábito se encuentra el de comer. Como la cultura varía de un lugar a otro, el comer también varía mucho a lo largo de las extensiones geográficas. Sin ir más lejos, nuestra dieta, la Mediterránea, es muy diferente a otras, por ejemplo la estadounidense.
Las diferencias entre estas opuestas formas de comer son especialmente que la dieta Mediterránea se basa en un alto consumo de productos vegetales, el aceite de oliva es la grasa principal, un mayor consumo de aves y pescado que de carnes rojas, y el consumo regular de vino en cantidades moderadas. Sin embargo, la estadounidense tiene como costumbre el consumo diario de productos de origen animal, como fuente principal de proteína, consumo de almidones blancos, consumo bajo de frutas y verduras, y consumo alto en grasas saturadas.
Llevar una buena dieta es sinónimo de buena salud y de una vida activa, ya que al proporcionar al organismo los correspondientes nutrientes, este te dará una gran vitalidad. Por eso es necesario, especialmente para deportistas, comer adecuadamente, para posteriormente rendir bien. Y hablando de deporte, algo que es fundamental para un buen deportista es el descanso, ya que las horas más reparadoras de sueño son las nocturnas, y la típica siesta no es tan buena como creemos.

Para finalizar, quiero que os deis cuenta de que al principio, como os dije, aparentemente esta frase no tenia nada de lo que hablar. Con esto os quiero demostrar que de algo insignificante se puede hacer algo más grande, y que los pequeños detalles de esta vida de los cuales a veces decimos “para que” son más importantes de lo que parecen, y en ocasiones esas cosas son las que nos hacen seguir adelante.


BIBLIOGRAFIA: wikipedia.com, healthlibrary.com, somosviajeros.com, y el libro de filosofía.
AUTOR: Ricardo Ruiz Gómez – Valadés.

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